Contáctanos   

Análisis de las próximas Elecciones México 2024

23 mayo , 2024

En el inminente horizonte de las elecciones presidenciales en México, nos encontramos en un momento de incertidumbre política y social que refleja la complejidad de nuestro país. En este artículo, el Dr. Armando Barrera, Docente de MBA en Incarnate Word, Campus Mexico City y Docente del Programa Global Online UIW nos habla sobre el papel que desempeñan los niveles socioeconómicos en la toma de decisiones de los votantes.


A medida que nos adentramos en el proceso electoral, es evidente que el panorama está lejos de estar definido. 

En México, la división por niveles socioeconómicos (NSE) desempeña un papel fundamental en el comportamiento de consumo, la ideología y, por ende, la decisión del voto. 

Con una estructura socioeconómica compuesta por los niveles A/B, C+, C, C- D+, D y E, la percepción de la realidad del país varía significativamente según el estrato socioeconómico al que pertenece cada individuo.

Es importante destacar que, según esta segmentación, aproximadamente el 50% de la población mexicana se encuentra por debajo de la línea de la pobreza, mientras que el otro 50% se sitúa por encima de ella.

Los niveles C’s conforman la clase media y representan el 45% de la población. Sin embargo, un dato revelador es que el 80% de la población se autopercibe como clase media, lo que indica una discrepancia significativa entre la percepción y la realidad (Ello se explica debido a que D+ se autopercibe como clase media. 

En las elecciones de 2018, el partido Morena recibió un fuerte apoyo de los niveles D+ y C-, algo inusual hasta entonces. Sin embargo, durante la actual administración, estos sectores han experimentado dificultades debido a la reducción de apoyos y la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19. Esta situación ha generado un escenario de indecisión entre estos grupos, que representan aproximadamente el 60% de la población mexicana.

Es importante tener en cuenta que, según las proyecciones, los niveles C, C+ y A/B, probablemente votarán por la oposición (siendo el 20% de la población), mientras que los niveles D y E mostrarán su apoyo a Morena (el 15% de la población). Sin embargo, los niveles D+ y C- aún se encuentran indecisos en este momento, lo que añade un elemento de imprevisibilidad al proceso electoral.

Este fenómeno se refleja en las encuestas publicadas, que muestran discrepancias significativas y una falta de claridad en las preferencias electorales. La indecisión de estos dos sectores clave provoca que las próximas elecciones sean las más controvertidas en la historia reciente de México y que, posiblemente, la mayoría de las encuestas no sean precisas en sus predicciones.

En última instancia, la mayoría de los votantes en estos segmentos cruciales tomarán su decisión en el momento en que estén frente a la urna, lo que añade un elemento de incertidumbre adicional a un proceso electoral ya complejo. 

Ante este escenario, es fundamental que los analistas tomen los datos de encuestas publicadas con un grano de sal. Y que aquellos que comprenden las actitudes y valores del ciudadano y consumidor mexicano, puedan ver que este sector se ha reservado su opinión y o no está respondiendo encuestas o está contestando que aún no sabe por quién votará.

Es por ello que las cifras publicadas deben de interpretarse con un inherente sesgo. En definitiva, las próximas elecciones en México representan un desafío único y una oportunidad para la democracia mexicana de mostrar su resiliencia y madurez política.

Dr. Armando Barrera
Docente de MBA en Incarnate Word, Campus Mexico City
Docente en Global Online UIW


REFERNCIAS:

¡Síguenos en redes sociales y comparte!

  Te puede interesar