Victor Frankl asevera que el sentido se descubre y sin duda el papel de los padres es fundamental en este proceso. La elección vocacional es una decisión crucial en el rumbo que tome nuestra vida, es muy importante canalizar todos los recursos de personales, familiares y sociales disponibles para que concluya en satisfacción y coherencia con los valores propios.
Es fundamental la imagen que la familia devuelve al joven, una combinación de información y del mismo reflejo de lo que creemos que es la vida para demostrarle que será capaz de afrontar los retos y no sólo poner a su alcance una lista de carreras sobre saturadas.
En primer lugar, es natural que haya miedo al haber oído en numerosas ocasiones cómo las oportunidades laborales son escasas, es cierto, pero también es preciso crear nuevas formas de afrontamiento y entender cómo encajaremos en un mundo cada vez más competitivo pero también que da más espacio a lo creativo y a nuevas formas de hacer negocios, de relacionarse.
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Los youtubers y los influencers no existían en otras generaciones, no es de extrañarse que sea visto como “pérdida de tiempo”. Es curioso cómo los padres se preocupan de forma práctica por que sus hijos “tengan trabajo”, pero con referentes que ya no son viables en la actualidad, en los que ya no entienden que el trabajo “seguro” ya no sólo depende de ostentar un título y a partir de ello ignoran carreras, universidades y opciones laborales que pueden en determinada forma y momento ser más acordes a los objetivos.
Un ejemplo de ello, es aquéllos que mandan al hijo a estudiar medicina para encontrar la cura de alguna enfermedad cuando eso es lo que hacen los QFB.
Por lo tanto generemos actividades en las que “vivan sus decisiones”, si creen que les gusta trabajar con niños especiales, que vaya a investigar a un CRIT lo que se necesita y cómo es un día de trabajo incluso (no sé si eso es posible) si puede vivir un voluntariado, por mencionar un ejemplo. Y acompañémoslos a descubrir el mundo y descubrir cómo van a participar en él.
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Sin duda su opinión es muy importante para quien decide y me ha tocado ver cómo toman la decisión, basados en no contradecirlos, porque “quieren lo mejor para mí”. Por eso orientémonos positivamente, claro que queremos como padres que puedan trabajar y ser felices, pero aceptemos que el mundo ha cambiado mucho y que también tenemos que ampliar nuestro punto de vista acerca de nuestros hijos y de un mundo actual que sin duda ya no es el que nosotros vivimos cuando pasamos por su edad.
Vivamos y descubramos juntos el proceso y así como exigimos que ellos generen una nueva identidad, hay que acompañarlos en la transición y permitirles que ejerzan su libertad, que descubran sus valores y se comprometan con ellos, así como nosotros alguna vez lo hicimos (o deseamos hacerlo).
Mtro. Oscar Fernández Cordova
Docente de la Licenciatura en Psicología en la Universidad Incarnate Word
